martes, 25 de enero de 2011

Si Avatar fuera Botswana...

Cuando en 1961 el Gobierno de Botsuana reconocía la Reserva Natural del Kalahari Central como el hogar ancestral de los indígenas que la habitaban desde hacía al menos 20.000 años, no tenía ni idea de que estaba cediendo -a sus dueños, eso sí- un terreno plagado de diamantes. Y desde que esta información salió a la luz en los años 80, de poco le ha servido a este pueblo ser "los hijos e hijas de los primeros seres humanos", como ellos mismos se definen. Su propia supervivencia y la de su cultura, su estilo de vida, están en serio peligro desde entonces.

El acoso comenzó en 1986 y los primeros traslados forzosos tuvieron lugar en 1997, según explica la organización Survival Internacional en su web. "Los bosquimanos que permanecieron allí se enfrentaron a restricciones drásticas de sus derechos de caza, a torturas y al acoso constante", afirma la ONG. A comienzos de 2002, el Gobierno intensificó este acoso destruyendo el pozo de agua de los bosquimanos, vaciando las escasas reservas de agua existentes sobre la arena y prohibiendo totalmente la caza y la recolección. Ya en 2005, con una nueva gran evacuación, prácticamente se expulsó a casi todos los bosquimanos.

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/21/solidaridad/1295640096.html?a=28eedcd6b9a4dd0517d33de9d8f93c66&t=1295946000&numero=