De pronto se detine en medio de la calle. La calle, sin embargo, prosigue su ritmo veriginoso. Cientos de personas le pasan por un lado, por el otro, por encima, como si fuera una roca que resiste las embestidas de la corriente de agua en un río. Ambas manos escondidas en los bolsillos, el mentón clavado en el cuello de la gabardina, la mirada fija en el piso, las gafas algo empañadas, protegidas por un elegante sombrero de color verde. La certidumbre lo ha atravesado fulminante: necesita sentarse a escribir, necesita un poco de fantasía, de ficción, descansar un poco de su triste realidad.
Una lámpara vieja que emite un destello vago, tembloroso, penosamente llega a iluminar unas hojas que esperan, desordenadas sobre una antingua mesa, el momento en el que las torpes manos de este nuevo escritor las violen. El primer garabato dice "De pronto", y ahí se detiene. Comienzan las dudas. Él no es escritor, nunca lo ha sido. ¿O tal vez sí? No sabe cómo empezar; ¿debería crear primero los personajes? ¿darles vida? ¿comprenderlos? ¿debería tener la historia pensada antes de comenzar a escribir? ¿debería dejar que ésta surgiera sola?
Comienza a imaginar la vida del personaje que está creando. Se trata de un ser atormentado, sombrío, gris. Por algún motivo, está descontento con su vida. Se siente demasiado dueño de ella, o quizás todo lo contrario, como un invitado forzado a participar. Le vuelven las dudas. Intuye algo familiar en su protagonista de ficción. Lo ha disfrazado, de tal forma que la apariencia física los distinga, pero a medida que profundiza le viene una frase de Borges a la memoria, "nuestras nadas, poco difieren". ¿Qué ocupación le había dado a su personaje? ¿Contable? ¿Administrativo? ¿Un trabajo pesado y rutinario como el suyo propio? Su personaje se revela contra él, se frena en seco, se niega a la mediocridad de una vida insignificante. Quiere ser un creador, un artista, quiere ser autor de un cuento. ¿Quién está escribiendo a quién? ¿Cómo empezaba su relato? ¿"De pronto"?
Una lámpara vieja que emite un destello vago, tembloroso, penosamente llega a iluminar unas hojas que esperan, desordenadas sobre una antingua mesa, el momento en el que las torpes manos de este nuevo escritor las violen. El primer garabato dice "De pronto", y ahí se detiene. Comienzan las dudas. Él no es escritor, nunca lo ha sido. ¿O tal vez sí? No sabe cómo empezar; ¿debería crear primero los personajes? ¿darles vida? ¿comprenderlos? ¿debería tener la historia pensada antes de comenzar a escribir? ¿debería dejar que ésta surgiera sola?
Comienza a imaginar la vida del personaje que está creando. Se trata de un ser atormentado, sombrío, gris. Por algún motivo, está descontento con su vida. Se siente demasiado dueño de ella, o quizás todo lo contrario, como un invitado forzado a participar. Le vuelven las dudas. Intuye algo familiar en su protagonista de ficción. Lo ha disfrazado, de tal forma que la apariencia física los distinga, pero a medida que profundiza le viene una frase de Borges a la memoria, "nuestras nadas, poco difieren". ¿Qué ocupación le había dado a su personaje? ¿Contable? ¿Administrativo? ¿Un trabajo pesado y rutinario como el suyo propio? Su personaje se revela contra él, se frena en seco, se niega a la mediocridad de una vida insignificante. Quiere ser un creador, un artista, quiere ser autor de un cuento. ¿Quién está escribiendo a quién? ¿Cómo empezaba su relato? ¿"De pronto"?
6 comentarios:
Si Señor, así me gusta Ale, creando!!!oye, buena idea lo del blog, así oiré algo más de ti, aunque sea por fascículos!!!Veo que sigues por El Salvador, contento, mucha responsabilidad, hasta cuando?supongo que estarás encantado. Yo sigo por los madriles en everis, sin mucha novedad la verdad. Este summer en EEUU con la family, San Sebastián y Torremolinos (terminando como Torrente) jejeejej
Bueno ya me contarás.
Un saludo,
JALI
Jali!!! Qué ilusión!!! Hace dos días me estuve acordando de India, de esas noches trabajando y de los rusas blancos. Sabes que eres más que bienvenido por estos lares! No te gustaría hacerte una escapadita?
Yo sigo muy contento la verdad. En unos días pondré algunos de los proyectitos que estoy llevando.
Un abrazo!!!
"Por algún motivo, está descontento con su vida. Se siente demasiado dueño de ella..."
Que contradicción tan cierta. A veces siento que no quiero ser dueña de mi vida pero por pensar en la vida que se supone debería ser y otras en cambio siento fascinación por la libertad de ser mi propia dueña. Creo que me hice un lío, mejor lo dejo aquí.
Es curiosa la contradicción, verdad? En ocasiones, uno se puede sentir dueño y prisionero al mismo tiempo. Sin embargo, hay diferentes formas de ser prisionero, no crees? Una puede comprenderse de la forma en que tú la explicas: prisionera de la vida que esperan de ti. Otra podría ser si uno no fuera dueño de sus actos; si se sintiera libre pero en el fondo tuviera esa gran duda consistente en saber quién le ha colocado en el terreno de juego. ¿Quién ha decidido que juegues esta vida? ¿Que actúes en ella? ¿Quién te ha seleccionado y para qué papel?
te leo y te vuelvo a leer
quiero mas
mas
mas
sigue así piojo
un beso enoooorme
Jejejej me alegro al ver que no soy el único que tiene de vez en cuando flashes indios. Para este año en un ppio hay muchos planes entre los que se encuentra India y China como posibles visitas, pero ya veremos. Mcuhas gracias por la invitación y ya sabes que si te pasas por los madriles me das un toque y nos ponemos al día, ok?
Un abrazo muy fuerte Ale,
NAMASTE,
Jali
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